El artista acerca las herramientas digitales de forma creativa y colaborativa a través del arte
Román Torre, artista afincado en Gijón destaca por su trabajo con herramientas digitales de forma que por medio de objetos o dispositivos conectados le lleven a una investigación en la que se encuentren presentes problemas o asuntos de carácter contemporáneo que repercutan de una forma u otra en el ser humano y su entorno tecnológico, científico y social.
A la largo de su carrera ha tenido la oportunidad de presentar proyectos propios o colaboraciones en diferentes centros de arte, festivales o escenarios nacionales como LABoral, Museo nacional Reina Sofía, así como fuera de España desde Egipto, Portugal, Argentina hasta universidades de ciudades como Nueva York (Columbia), entre otras.
Román se adentra en pararteamirar con la intención de darle un giro a la percepción que gran parte de la sociedad entiende por arte. “Sigue habiendo una visión similar, la de que el artista trabaja con pinceles y poco más, una cuestión más de desconocimiento. Pero los artistas siempre trabajan con la tecnología y la ciencia, porque es natural que para buscar nuevas formas de expresión, hagan falta herramientas y metáforas que enriquezcan los trabajos artísticos y reflejen el momento en el que la obra ha sido creada”, afirma el artista.
Quizás esa visión más anticuada, todavía esté inmersa en una parte de la población que separa la ciencia o la tecnología, del arte y las herramientas digitales de las que se nutren cada vez más artistas, pero es ese hilo invisible que inconscientemente personas como Román y, en este caso, su compañera Ángeles Angulo consiguen romper por medio de su trabajo.
Estar en constante cambio y conectado con la realidad del momento es otra de las formas de crear de Román. Comenta que su actitud siempre está abierta a conocer y a experimentar, pero siempre teniendo en cuenta las problemáticas actuales o futuras del desarrollo como sociedad, como puede ser el planeta o el cambio climático como refleja en su proyecto #ÚltimaOportunidad de #PlanetaDebug para la Universitat Jaume I de Castellón.
“Este trabajo consiste en diseñar y construir una máquina recreativa (arcade) que trabaja con la problemática y la posibilidad de que el clima extremo cambie radicalmente nuestra vida en la tierra y probablemente, la tierra misma”, comenta Román.
Este proyecto además conecta o pone en evidencia al ser humano, ya que como bien dice Román pone el foco en que es la propia sociedad la que está generando esta problemática y por tanto, “se irá dificultado la capacidad de completar el juego a medida que se avance”
Imágenes cedidas: Proyecto #ÚltimaOportunidad de #PlanetaDebug para la UJI.
Además, Román en su taller junto a su compañera Ángeles se mueven en tres vías de creación artística, desde la puramente artística (piezas propias, exposiciones…) pasando por la oferta de servicios y el soporte a actividades culturales y una tercera vía en la que ofrecen espectáculos de creación propia, bien de calle o para salas, festivales, teatros, etc. “Siempre hay un ciclo completo de diferentes técnicas que hacen que la pieza pueda ser interactiva, luminosa, reactiva o se conecte con un servicio determinado para generar una respuesta concreta”, explica Torre.
El entrevistado se despide de pararteamirar defendiendo que el arte es una forma de conocimiento no reglado, una manera de autoconocimiento personal y descubrimiento del mundo que te rodea de manera no formal o académica.
Quizás por ello sea imposible ponerle límites al arte que avanza sin pausa y se nutre de diferentes disciplinas saltando por ellas y dejando obras y proyectos innovadores como los de Román Torre.